Cambio radical: de un solar abandonado a un pequeño paraíso privado en medio de la ciudad

Cuando llegamos sólo había una entrada de coches cementada, un patio de losas, una valla de madera en mal estado y problemas de drenaje. Una vez retirados el cemento, el asfalto, los escombros y los montones de tierra, creamos un acogedor jardín con un césped ovalado enmarcado por arbustos en flor y plantas perennes que añaden fragancia y color; ideal para relajarse y para que jueguen los niños.